
Alguna vez fuiste misterio
catedral gótica enmedio del Sahara,
Constelación de Orión en noche de tormenta
el santo Grial en tierra musulmana.
Hoy, sólo eres sombra
que se desvanece al paso de las horas,
un demonio extraviado
un solitario ángel sin alas.
Me pesa tu soledad, tu miedo, tu desesperanza.
¿Cómo llegar a tí?
No poseo barco, brújula, ni ancla.
Sólo un reloj de sol, mis manos, mi alma...
La constelación dejó de Ser
la arena cubrió la catedral
y el santo Grial seguirá perdido.
A través de tus ojos ningún misterio reluce
quizá sólo sombra
un eclipse
algún secreto
que se posó en mí
un efímero instante.
México, D. F. 2010
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